Cuando ves esa segunda línea rosa en una prueba de embarazo, cambia toda tu vida en un chasquido de dedos. Tener un bebé es una experiencia única en la vida que te llena de amor, Esperanza y expectación. Sin embargo, junto a este deleite, viene la ansiedad de un aborto espontáneo, el nacimiento de un bebé ya fallecido o la pérdida del bebé que tanto has deseado… Pero, en estos casos, ¿qué sucede con las madres que sufren el dolor de abortar? ¿Cómo afrontan la insoportable agonía y tristeza? ¿Qué ocurre si finalmente conciben otro hijo después de una pérdida tan devastadora? Esto es lo que implica tener un bebé arco iris.
El simbolismo del arco iris
Un bebé arco iris es un apelativo que se da a un bebé sano que nace tras un aborto espontáneo, la pérdida de un bebé, un mortinato o una muerte neonatal. Un bebé arco iris es el resultado de un embarazo arco iris, que a veces está lleno de emociones complicadas como el temor, el alivio e incluso la culpa.
Aunque el futuro bebé arco iris proporciona a los padres una alegría, es imposible olvidar la pérdida anterior. Cuando se presenta el bebé arco iris, se suele hacer referencia al bebé anterior como el “ángel”.
¿Por qué se llaman bebés arco iris?
El nombre de “bebé arco iris” deriva de la idea de un arco iris, que surge en el cielo tras una tormenta o un periodo oscuro y caótico. En los últimos tiempos, la frase ha adquirido popularidad en los blogs y las redes sociales, y ha pasado a representar el optimismo y la curación.
Después de la pérdida…
Hablar sobre cómo te sientes después de la pérdida puede ser tranquilizador. Puedes comunicarte con tu pareja, tu familia y tus amigos. No tengas miedo de recurrir a tu médico para que, en caso de que lo necesites, te derive a un experto en salud mental o a un consejero que pueda ayudarte durante ese momento tan difícil.
Es fundamental que te cuides y te des tiempo para recuperarte. Las mujeres que sufren pérdidas perinatales son más propensas a sufrir depresión posparto, trastorno de estrés postraumático, tristeza, ansiedad y dificultades para dormir.
No te presiones demasiado para curarte sola o para “superarlo”, y dejar de lado preocupaciones como el miedo al parto. En su lugar, busca asistencia médica y anima a tu pareja y familia para ser lo suficientemente pacientes y cariñosos. Algunas madres dicen que les ayuda ponerse en contacto con otras mujeres que han perdido un bebé a través de grupos de apoyo o de las redes sociales.
Emociones durante el posparto
Los sentimientos agridulces que acompañan al nacimiento de un bebé no siempre terminan con el nacimiento de tu hijo. Según los estudios, entre el 15% y el 20% de las mujeres que han experimentado una pérdida temprana del embarazo sufren desesperación o ansiedad, que puede prolongarse hasta tres años. Otras sufren un trastorno de estrés postraumático como consecuencia de un aborto espontáneo.
Es fundamental planificar la duración de tu duelo. Ningún niño puede sustituir a un hijo que has perdido, aunque el principio estés más enfocada y centrada en el bebé que acabas de dar a luz. La tristeza y la pérdida pueden aparecer de forma inesperada, al igual que durante el embarazo.
Sanar no significa olvidar
No tengas miedo de mantener en tu vida al bebé que has perdido, hazlo de una forma que sea única y significativa para ti. Crear nuevos y maravillosos rituales con tu bebé arco iris es también una forma única de conmemorar su nueva y sorprendente existencia.
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