En la dramática española existen numerosos términos y reglas de escritura, que evidencian la complejidad del lenguaje español. Al indagar sobre los fenómenos lingüísticos del idioma, se puede mencionar: el laísmo y el leísmo.
El término para laísmo se define como un fenómeno lingüístico que se utiliza al emplear la o las de un pronombre personal como objeto indirecto femenino en vez de utilizar le o les
¿Qué quiere decir esto? Que en una oración donde debería decir:
✓ Le informé sobre el cambio de horario.
✓ El laísmo hace una sustitución incorrecta y queda de la siguiente manera:
✓ La informé sobre el cambio de horario.
Según la Real Academia Española (RAE) el uso de la y las en función de complemento indirecto femenino resulta antietimológico.
Al indagar en la historia de este fenómeno lingüístico se puede localizar su origen en la edad media, en una zona llamada Castilla en España. De hecho, actualmente en ese y otros lugares aún se sigue empleando el laísmo.
Como se mencionó con anterioridad, el laísmo es utilizado indirectamente para representar un complemento femenino. Por lo tanto, algunos ejemplos de laísmo son:
✓ La regalé a mi novia un collar de perlas.
✓ Soy sincero, la he contado la verdad.
✓ La he escrito un Gmail confesando todo mi amor.
De esta forma, al hablar de otro fenómeno lingüístico, podemos mencionar el leísmo; que puede definirse como el reemplazo de los pronombres personales: lo, los, la y las por le y les como complemento directo. El leísmo es empleado en muchas regiones, no obstante, en algunas ocasiones no se le considera correcto gramaticalmente.
Las normas del idioma indican que, para realizar una sustitución de tal tipo, debe considerarse la función sintáctica que se desarrolla en base al pronombre. Es decir, hay que atender al número y al género de la palabra de referencia.
Según la RAE el leísmo que se implementa en plural o refiriéndose a alguna cosa no son correctos; en cambio, si se aplica en singular y a una persona masculina, se le considera correcto.
Al indagar sobre aspectos históricos del leísmo, se identifica que durante el siglo de oro en España se desarrolló de forma significativa. Fue en 1796 cuando la RAE tomo cartas en el asunto, estableciendo como incorrectos al leísmo, laísmo y loismo.
Tipos de leísmo
- Leísmo de contacto: se utiliza le para sustituir todos los pronombres, de naturaleza dativa como acusativa
- Leísmo de cortesía: es el más utilizado, allí se emplea el pronombre dativo para ajustarse con el “Usted”.
Este fenómeno lingüístico puede desarrollarse en diferentes tipos, no obstante, muchas veces no se percibe que se esté cometiendo un error.
Para una mejor comprensión, se nombran los siguientes ejemplos:
✓ En la expresión “Vi a Rosa” el término correcto para decirlo es La vi; el leísmo es: le vi.
✓ Lo mismo sucede con la expresión “Lo salude”, que es el término adecuado; el leísmo serio: le salude.
Para concluir, el vocablo español comprende un amplio campo de estudio, entre ellos, normas y fenómenos que en reiteradas ocasiones se emplean de forma incorrecta.
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