En los últimos años, no hay día que pase que en algún medio no se hable sobre la desigualdad entre hombres y mujeres, tanto económica como social.
Y de la necesidad, casi obligación, de empoderar económicamente a la mujer. ¿Y qué es eso de empoderar? Porque sinónimos de esta palabra son: dar poder, hacer poderoso, o conceder poder. Y eso no es lo que se quiere cuando hablamos del empoderamiento de la mujer en los negocios.
Lo que se pretende es ayudar a todas las mujeres, que se encuentren en una situación de desventaja, a tener la fuerza y confianza necesarias para desarrollar sus capacidades y estrategias profesionales y personales.
Queremos que la presencia de la mujer en todas las áreas empresariales y de negocios sea notable, potenciando el reconocimiento y protagonismo de todas sus tomas de decisiones. Y no, por el hecho de ser mujer, ¡no!
Sino por ser una persona con la formación, aptitudes y actitudes adecuadas para el objetivo que se trate. CASI 40 AÑOS PERSIGUIENDO UN PROPÓSITO
¿Sabías que este concepto de empoderamiento tiene su origen en 1985? Hace ya más de 35 años, en la Confederación Mundial sobre las Mujeres de Nairobi se habló por primera vez del empoderamiento de la mujer. Pero no fue hasta una década más tarde, en la Conferencia Mundial de las Mujeres de Pekín donde se contextualizó ese empoderamiento en el ámbito económico y laboral.
Y aún, hemos tenido que esperar hasta 2010 en el día internacional de la mujer, cuando la ONU Mujeres en colaboración con Pacto Global presentaron los 7 principios para el empoderamiento de las mujeres.
Su objetivo: Orientar a las organizaciones para elaborar programas de Responsabilidad Social Corporativa incluyentes.
Los hombres y las mujeres no somos enemigos ni contrincantes.
Somos compañeros y colaboradores integrantes de equipos, donde la equidad e igualdad deben estar presentes.
Estos 7 principios son:
Promover la igualdad de género desde la dirección al más alto nivel.
Tratar a todos los hombres y mujeres de forma equitativa en el trabajo- respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación.
Velar por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y trabajadoras.
Promover la educación, la formación y el desarrollo profesional de las mujeres.
Llevar a cabo prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y marketing a favor del empoderamiento de las mujeres.
Promover la igualdad mediante iniciativas comunitarias y cabildeo.
Evaluar y difundir los progresos realizados a favor de la igualdad de género.
El fin del empoderamiento de la mujer en los negocios no es ser la más poderosa en su sector.
Su propósito es el poder de equilibrar tu éxito profesional, personal y social construyendo economías fuertes, alcanzando los objetivos y metas empresariales, mejorando la calidad de vida de todos y así, lograr una sociedad justa y estable.
NOS GUSTA SER PROTAGONISTAS!
Que levante la mano la que no haya visto la película de Cenicienta, Blanca Nieves o la Bella Durmiente o no haya leído los cuentos.
Nadie… ¿Verdad? La mujer desde años ancestrales ha sido siempre el pilar fundamental para formar una familia, cuidar los hijos y atender la casa.
Y eso nos posiciona como seres fuertes, estrategas y responsables. Somos las protagonistas de nuestras vidas. Cada una de nosotras, con nuestras acciones y decisiones filmamos nuestras películas de Disney.
La diferencia con Cenicienta, Blanca Nieves o La Bella Durmiente es que no tenemos por qué ser el eslabón débil, ni a quién nos tengan que venir a rescatar o proteger. Podemos ser las reinas de nuestras casas y fuera de ellas sentirnos como tales.
Da igual que no tengas una formación universitaria con Máster, o un puesto de mando, o ni siquiera un puesto de trabajo. Cuando hablamos del empoderamiento de la mujer en los negocios, su verdadero significado es que nos agarremos con fuerza a nuestro deseo de alcanzar y lograr nuestro propósito.
Que derribemos el famoso techo de cristal, ese tope que nos encontramos o nos ponemos, y que nos hace retroceder, frenar e incluso parar. Sea el propósito que sea. Desde la que quiere ser ejecutiva hasta la que se siente plenamente realizada siendo ama de casa.
Confiemos en nosotras mismas. No dejemos de caminar con paso firme, cabeza alta (que no altiva ?) y autoestima al 200%.
Recordar: Somos el pilar fundamental de nuestra sociedad, ya solo por eso somos protagonistas. Desde Jyoko apoyamos la lucha para reducir las desigualdades y apostamos por una plena igualdad de género en todo el mundo. Llena tu vida de color e inspiración, haz tu familia fuerte y demuestra al mundo que tú lo vales.
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