Detectar clínicamente la escoliosis en los infantes es lo habitual, pero hay muchos padres que pueden notarlo observando las pequeñas anomalías en el cuerpecito de su hijo; no es algo evidente, requiere de un poco de buen ojo, pero si no tiene idea como detectarlo haremos lo posible por darle todos los detalles ahora mismo.
Además del método radiológico existe una forma sencilla y eficaz para que los padres aprendan sobre un tema tan sensible como lo es la escoliosis infantil y sobre todo cómo detectarla tempranamente.
Cuanto más precoz sea la detección y el tratamiento sea oportuno, menores serán los daños a la columna, permitiendo que el niño tenga un crecimiento lo más normal posible sin que esto ocasione limitaciones o disminuciones de su movilidad. Será importante comenzar a despejar las dudas más comunes que suelen tener los padres.
¿Qué es la escoliosis y como afecta a los niños?
Coloquialmente, se trata de una deformación de la columna vertebral que forma una S, y en los niños, por ningún motivo obedece a una mala posición ya que suele aparecer a partir de los 3 años cuando el niño se pone de pie correctamente. Esta condición afecta generalmente a más mujeres que a varones y la mayoría de las veces no se debe a una causa en concreto, es lo que se conoce como escoliosis idiopática.
La deformación de la espalda no produce dolor en los niños pequeños, sin embargo, está relacionada con la rotación de las vértebras, llegando a causar joroba. Veamos a continuación como detectarla precozmente.
Observar la asimetría costal
Para ello, se requiere que el niño incline la cabeza hacia adelante entre las rodillas, mantenga las piernas estiradas, los pies juntos y los brazos colgando para observar la curvatura de su espalda. Si nota un pequeño bulto en su columna, se trata de escoliosis y deberá llevar a su hijo prontamente con un especialista.
Los tratamientos para la escoliosis dependerán del avance de la enfermedad al momento de detectarla; cuando se trate de curvaturas simples o moderadas solo requerirán algunas sesiones con el fisioterapeuta para fortalecer la musculatura del tórax y las corregir malas posturas y, si se trata de una escoliosis severa, puede ameritar el empleo de un aparato ortopédico o hasta de una intervención quirúrgica.
Lamentablemente la escoliosis infantil no se puede prevenir: nadie podrá evitar que la columna vertebral no crezca derecha, pero si será posible corregir la deformación con la detección oportuna y el tratamiento adecuado.
Aunque la escoliosis afecta cada día más a niños en edades escolares y adolescentes, es poco probable que amerite operaciones quirúrgicas, ya que se estima que solo un 0,1% de los niños se enfrenten a eso.
Lo más importante es que los padres lleven a sus hijos periódicamente al pediatra para que sea supervisada la buena marcha de su crecimiento y el óptimo desarrollo físico y mental. Este profesional los guiará hasta la adolescencia y los conducirá por todo el proceso de observación, diagnóstico y tratamiento para que la columna no se siga desviando y se enderezca prontamente de la mejor manera posible.
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