Parte de la crianza está en desarrollar hábitos en los niños que les permita tener pautas estables en su conducta. Si repetimos muchas veces las mismas actividades diariamente con ellos, ayudará a que los niños sean organizados con su tiempo y con las cosas que realicen.
Posiblemente, estés cansada de decirle a tu hijo que debe recoger los juguetes después de jugar, que no se deben dejar cosas tiradas, forma parte de las normas de la casa. La pregunta es, ¿por qué le cuesta obedecer?
Lo principal es generar actividades específicas en casa de forma disciplinada y sin ser permisivos frente a lo que se dice y establece como norma. Así que lee con mucha atención lo que mencionaremos a continuación:
1. Las exigencias que se le den al niño tienen que ser adaptadas a su edad, con objetivos realistas que le den facilidad de ejecutarlas y cumplir con los objetivos establecidos.
2. Ten normas claras en casa: Si hoy dices una cosa y mañana otra, seguramente el niño no tomará con importancia las cosas que debe realizar, se debe ser firme con las obligaciones que se le exigen, solo así aprenderá a tener hábitos de vida.
3. Ser claros al dar una orden: Debes ser claro en lo que le pides o le dices que debe hacer, la forma como se le hable debe ser adecuada a su edad, si es un niño de 2 años y le das tres órdenes a la vez, seguramente no cumplirá con todo lo que le pides o dejará todo a medio terminar.
4. Reconoce los logros obtenidos durante el día: el decirle ¡muy bien, lo hiciste excelente! ¡Me siento orgulloso de ti! Serán valiosas recompensas para él.
5. Enséñale mostrándole un antes y un después: si el cuarto está desordenado, muéstrale antes de organizarlo todo el desorden que tiene y permite que vea la diferencia después de organizar, esto le dará un grado de satisfacción por su logro.
6. Enséñale a terminar lo que empieza: Procura no darle órdenes o hacer que deje algo que esté haciendo solo por cumplirte, esto no lo ayudará a tener hábitos sino se mal acostumbrará a no terminar lo que empieza, este tipo de acciones favorecen la dispersión y la inconstancia, por eso siempre motívalo a terminar primero lo que está haciendo para poder iniciar otra actividad.
7. Ser ejemplo: Los padres son modelos y ejemplo para sus hijos, pero ten en cuenta que nadie es perfecto y es algo que los niños deben entender, no podemos exigirles perfección a nuestros hijos en todo lo que hacen ya que nosotros tampoco podemos ser perfectos, por eso el reconocer nuestros errores les dará lecciones de humildad y entenderán que los esfuerzos son válidos y poco a poco nos llevarán a ser mejores cada día.
8. Enséñale de forma amable y divertida: Es claro que debemos ser firmes, pero la idea es que las rutinas diarias no las vea con desánimo, sino que le agrade realizarlas, para ello es importante la motivación, las tonalidades de voz alegres lo motivarán a que haga las cosas de buena manera y con disposición, además recuerda que la forma como le enseñamos queda en su memoria, si todos los días lo que hacemos lo hacemos con alegría y felicidad, así lo aprenderán los pequeños.