La afectividad en los pequeños y la atención a sus necesidades emocionales tienen una gran importancia en la armonía emocional del bebé, el afecto es fundamental en como el niño puede desenvolverse en el mundo, creciendo sin miedos y muy seguro de sí.
Cuando llora está expresando una necesidad que muchas veces no es fácil entender pero que se debe atender inmediatamente para averiguar qué quiere expresar, el contacto físico es fundamental para un adecuado proceso psico afectivo, pues si llora hay que calmar su necesidad dando respuesta a lo que está pidiendo o necesitando.
Esa expresión física es la que capta el bebé comprendiendo que si necesita amor y lo recibe es importante, digno de ser amado y respetado.
Estas pequeñas cosas forjan un equilibrio en las emociones del bebé influyendo directamente en la conciencia del pequeño, el vínculo creado por las personas cercanas especialmente con la madre será emocionalmente perdurable.
Durante el nacimiento hasta los 18 meses será el tiempo más importante para establecer el apego positivo, las experiencias que se viven en esta etapa influyen en el desarrollo de capacidades para establecer vínculos sanos con las demás personas, captando los valores que se infunden para así mismo y reflejarlos cuando sea más grande, estos valores se basan en el respeto, el amor y la amistad sincera.
Cada afecto, palabra y cariño que se le ofrece al niño creará una autoimagen de el mismo, el suplir estas necesidades emocionales lo hará sentir que tiene un valor y que es muy importante.