Mocos en bebés y soluciones prácticas

Mocos en bebés y soluciones prácticas

Es normal que el bebé cuando pesca un resfriado presente sintomatologías relacionadas, entre ellas los mocos en bebés, que suelen ser de gran molestia.

Los pequeños son mucho más propensos a resfriarse por más cuidados que se tengan, según los pediatras esto ocurre porque las infecciones virales entran es por la nariz, los cambios climáticos y la vulnerabilidad que presentan los niños ante estas infecciones son más altas.

Los bebés no saben respirar por la boca, lo que hace que tengan dificultad para respirar a causa de la congestión nasal, para ayudar al bebe ante estas crisis respiratorias, existen herramientas que los padres pueden utilizar como medio descongestionante.

Una de ellas es el suero fisiológico, por medio de lavados nasales ayuda a expulsar el moco que este retenido de forma fácil, haciendo que el pequeño respire mejor, lo que se recomienda la continuidad de este proceso para aliviar la molestia en el niño.

Estos lavados pueden ser realizados antes de acostar al bebé a dormir y antes de darle de comer, para darle tiempo al niño de expulsar el moco, evitando que se atore durante el sueño.

Para realizar el lavado se debe tratar que el bebé este lo más tranquilo posible, se puede cargar en brazos o que este recostado en una superficie firme medio sentado, para aplicar en una fosa, se le debe girar la cabeza hacia el lado contrario para que no lleve la cabeza hacia atrás, tapando el orifico contrario para que el suero entre directamente y no se salga.

Luego se puede sentar al bebe o acostar boca abajo para que pueda expulsar el moco con facilidad, de igual manera se debe hacer el mismo procedimiento para la aplicación en la otra fosa.

La cantidad recomendada para aplicar en cada fosa es de 1.0 a 1.5 ml de suero fisiológico, cuando son bebés. Se recomienda que el suero esté a temperatura ambiente.

Este procedimiento se puede hacer las veces que se requieran, pues no genera ningún tipo de contraindicación o afectación.

No se recomienda el uso de aspiradores nasales ya que, según los pediatras, estos aparatos traen problemas en los oídos, causándoles otitis, puesto que, al aspirar, el moco entra en el canal que está en medio del oído y la garganta, llamado trompa de Eustaquio, trayendo complicaciones y obstruyendo esta vía de acceso.

Los baños de vapor son un gran medio también para ablandar el moco o evitar que se endurezca, las vaporizaciones son un buen medio de recuperación, y de expulsión.

Es importante mantener al bebé hidratado con líquidos, ya que le ayudarán a que el moco fluya y circule. La leche materna es de gran ayuda también, el calor del pecho hace que el bebé sude y el moco salga.

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