Garabatos y el dibujo en los niños - Blog de bebés

Garabatos y el dibujo en los niños - Blog de bebés

El garabateo es una etapa fantástica que permite al pequeño expresar sus emociones y sentimientos inmediatos, aun también los que reprime, estos trazos pueden ser una característica de su estado de ánimo y de lo que quiere descubrir en medio de un espacio en blanco, convirtiéndolo en rayas sin ningún sentido, pero que le permite desarrollar su creatividad y mayor confianza en sí mismo.

Esta primera etapa lleva al niño a experimentar de forma natural el trazar en el espacio gráfico, llevándole a desarrollar su función expresiva junto con la obtención del sentido representativo, trazos que no se rigen a ninguna regla, sino que se convierten en el más grande sentimiento interno de curiosidad, que cada día van dejando marca en su evolución como niño.

Colores

Y aunque estos garabatos al principio no intentan reproducir ningún medio visual, hacen parte de la exploración de su propio yo, el trazar líneas le genera un sentido de tranquilidad y satisfacción, disfrutando el movimiento de la actividad kinestésica y el manejo de espacio en el que se encuentra trazando.

Estos trazos van evolucionando y mejorando a medida que va creciendo, a partir del primer año hasta los 2 años sus trazos son más fuertes y marcados, no teniendo una coordinación constante de su movimiento, haciendo los trazos sin ningún orden, saliéndose del papel, fase que se representa como Garabatos Incontrolados.

A medida que el niño va creciendo y realizando esta actividad con continuidad, tipo los dos años, los trazos van mejorando, pasando a la fase de Garabatos Controlados, la realización de esta actividad permite que cada vez tome más forma lo que dibuja, descubriendo y entendiendo el control visual que va logrando sobre los trazos que realiza.

A los 3 años de edad el niño inicia la Fase de las Formas, queriendo describir imágenes que ve intentándolas imitar de forma gráfica, como familia, amigos, objetos de su entorno describiéndolos y diciendo los nombres de los objetos o personas que dibujan. Así sea difícil reconocer los dibujos, el ya está haciendo una imagen gráfica en su mente sobre su entorno más cercano, donde poco a poco irá perfeccionando su trazo.

A los 4 años, pasa a la etapa del Dibujo Pre Esquemático, descubriendo representaciones comprensibles ante sus ojos, realizando trazos longitudinales y circulares que irán mejorando a través del tiempo, configurando una imagen cada vez más definida.

Este tipo de expresiones manuales son fundamentales para la formación de su personalidad, es por esta razón que cada niño debe cumplir con las fases mencionadas, pues a medida que el niño logra dominar el movimiento, controlando el trazado gráfico, será una muestra de una maduración psicológica, motora, afectiva e intelectual.

El dibujo hace parte de un proceso complejo cerebral que reúne varios elementos fundamentales que le permite por medio de la experiencia vivida, reunir diversas características dentro de un conjunto, para darle un significado específico a lo que realiza.

Este proceso permite que seleccione, interprete y reforme diversos elementos plasmados, para trasmitir parte de lo que siente y de lo que es, entre ellas el cómo se siente, piensa, cómo ve su entorno y como se ve así mismo, desarrollando al máximo su sensibilidad y expresión de sentimiento, agudizando sus sentidos para una mayor oportunidad futura de capacidad creadora.




Photo by: unsplash

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