Como padres, estamos en constante aprendizaje sobre la vida de nuestros hijos y nos mantenemos alertas ante cualquier cambio en su organismo, revisamos todo el tiempo que su cuerpo funcione de la manera correcta y nos alertamos ante cualquier síntoma, sin embargo, hay algunos que llaman más nuestra atención como es el caso de las verrugas. En este artículo conocerás más sobre esta condición que es más común de lo que creemos.
¿Qué son las verrugas? Son pequeñas áreas de la piel endurecida y de superficie irregular. Suelen aparecer en manos, pies y rostro, aunque pueden encontrarse en otras partes del cuerpo.
La buena noticia es que la mayoría de las verrugas no enfermarán a tu pequeño o le ocasionarán algún mal mayor, y si molestan, el médico puede removerlas usando distintos tratamientos o prácticas.
¿Por qué aparecen las verrugas?
Estas provienen de un germen asociado al Virus de Papiloma Humano (VPH), y que puede habitar el cuerpo de tu hijo por múltiples razones, desde alguna herida que se infectó hasta haber estado en contacto con toallas, ropa, superficies o verrugas de otras personas. Las verrugas prefieren los lugares cálidos y húmedos para reproducirse y no suelen verse de manera inmediata, una verruga puede tardar al menos un mes en crecer, imposibilitando rastrear dónde y cómo se contagió tu hijo.
Aunque las más de las veces son inofensivas, hay que conocer los distintos tipos de verrugas de modo que podamos acudir al médico y procurar el tratamiento necesario para erradicarlas.
Suelen haber cuatro tipos de verrugas: comunes, planas, filiformes y plantares.
Las verrugas comunes se caracterizan por ser uniformes, duras, de color marrón claro o grisáceo. Crecen en los dedos, las manos, los pies, las rodillas y los codos.
Las verrugas planas por su parte son suaves, lisas o con un relieve muy ligero. Normalmente se manifiestan en grupos pequeños en el rostro, manos o en la parte delantera de las pantorrillas. Pueden ser rosadas, marrón claro, amarillas y son del tamaño de la cabeza de un alfiler. Puede haber hasta 100 verrugas planas juntas.
Las verrugas plantares son las más dolorosas, causando molestias a la hora de caminar o apoyar el pie. Son ásperas, esponjosas, de color marrón o gris con puntos negros.
Las verrugas filiformes en cambio son aquellas que crecen en superficies como la nariz, la boca, la barbilla, similares a las que vemos en los cuentos infantiles y en las películas con brujas y magos.
Si bien estas son las verrugas más comunes, existen otras periungueales y verrugas genitales, las primeras aparecen alrededor de los dedos, en la piel entre la cutícula y los dedos, y pueden causar grietas muy dolorosas, son propensas a infectarse y ocurren cuando el niño se come las uñas o se lastima los dedos. Por su parte, los genitales pueden llenarse de verrugas por múltiples razones, entre ellas usar inodoros contaminados, toallas o ropa interior de una persona que las tenga, por contacto con las manos del cuidador infectado a la hora de cambiar un pañal o bañar al niño. Incluso en algunos casos puede ser muestra de abuso de algún mayor hacia el niño.
¿Cómo obtengo un diagnóstico?
El pediatra puede hacerlo, pero en casos especiales éste puede indicarle consulta con un especialista en la piel o dermatólogo. Dependiendo del tipo de verruga podrá requerirse una biopsia si el médico lo considera necesario.
Ya sabemos qué son verrugas y de qué tipo, ahora, ¿cómo las tratamos? La mayoría de las verrugas desaparecen por sí mismas o con tratamiento de fármacos y crema de venta libre.
Hay muchas maneras de tratar las verrugas y obedecen normalmente a estas razones: zona donde está la verruga, tiempo que el niño tiene con ellas y si están creciendo o no. Con esto en mente el médico puede recetar: ácido salicílico en crema u otros medicamentos irritantes en tópico, congelar la verruga con nitrógeno líquido -criogenia-, extirpar la verruga con cirugía láser o bisturí, electrocauterización de la verruga.
¿Cómo puedo prevenir que mi hijo no se contamine y desarrolle verrugas?
Mantener una higiene excelente, vigilar el secado del cuerpo después del baño poniendo especial atención a las zonas donde éstas aparecen, acostumbrarlo a no prestar ropa, toallas menos aún zapatos o ropa interior. Pedirle que use siempre zapatos, pantuflas o chanclas en piscinas, inclusive dentro de casa para que no desarrolle verrugas plantares.
Ante cualquier duda, lo mejor es llamar al pediatra, llevar a nuestro hijo a consulta y descartarlas.
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