Sumergir a los bebés en el agua desde muy pequeñitos estimula su sistema sensorial, oxigena la sangre y activa su motricidad, pero esto no es todo, nadar tiene muchos más beneficios, veamos de qué se trata.
La natación es una de las actividades más divertidas de estimulación temprana para los neonatos, al combinar el ejercicio físico con el juego y el placer; ingredientes perfectos para su salud y bienestar.
El contacto con el agua en una piscina no solo puede ayudar a su hijo a desarrollar habilidades físicas más fuertes, sino que también refuerza su autoestima.
Los recién nacidos están preparados para realizar sus primeros ejercicios acuáticos tan pronto como nacen; sin embargo, es importante saber que ellos no cuentan con un fuerte sistema inmunológico y aún no consiguen regular la temperatura de su cuerpecito; entonces es preciso conocer en qué momento pueden aprender a nadar.
¿A qué edad es recomendable que los bebés naden?
Los pediatras recomiendan a los padres mantener alejados a sus hijos de las piscinas cloradas hasta que alcancen los 6 meses debido a su delicado sistema inmune. Pero esto no significa que antes de ese periodo los pequeños no puedan incursionar en el agua, al contrario, introducirlos desde los 2 meses al agua para chapotear y flotar boca arriba les ayudará a vencer los miedos para que más adelante experimenten la maravillosa aventura de aprender a nadar.
A los bebés más pequeños se les puede enseñar habilidades de natación, pero esto de ninguna forma hará que se defiendan solos en la piscina, ni aun recibiendo clases de natación. ¡Un niño siempre debe ser supervisado por un adulto en todo momento mientras que éste se encuentre en el agua!
La mayoría de los programas para clases de natación para bebés están dirigidos a chiquillos mayores de 1 año, en virtud de que básicamente persiguen la práctica de ejercicios de adaptación, flotamiento y desplazamiento; además de promover su seguridad en el agua.
Beneficios de nadar para bebés
✓ Las lecciones de natación a temprana edad amplían las habilidades físicas y cognitivas más allá de la infancia; además de promover el desarrollo y control muscular de manera eficiente.
✓ Fortalece su sistema cardio respiratorio e inmunológico.
✓ Propicia el aumento del coeficiente intelectual de los infantes. Un estudio reveló que los peques entre 2 y 3 meses que recibieron enseñanzas de natación desarrollaron muchas más habilidades en comparación con los críos que no la recibieron.
✓ Consolida la confianza, produce mayor autocontrol y mejora la autoestima.
✓ Mejora las capacidades motoras, la coordinación y el equilibrio.
✓ Favorece el apetito y los patrones de sueño.
Inicie a su bebé en una práctica recreativa
✓ Asegúrese de que la temperatura del agua sea la adecuada. (Entre los 35 y los 37 grados centígrados para recién nacidos).
✓ Mantenerse siempre al alcance de la mano de su bebé es primordial.
✓ Inicie la aventura en una bañera, piscina o hinchable con sesiones de 5 minutos en el agua, seguidas de 5 minutos fuera hasta alcanzar los 20 en el agua. ¡No exceda este tiempo! Si comienza a temblar, sáquelo rápidamente y cúbrelo con una toalla.
✓ Mantenga a su criatura en constante movimiento en el agua, moviéndolo cerca de su cuerpo, háblele, elogie constantemente y, finalmente diviértanse.
✓ Enjuague el agua clorada de su cuerpecito y aplique alguna crema hidratante para evitar resequedad.
Importante
Cerciórese de que el primer contacto con el agua sea una experiencia segura y agradable para su pequeño. Genere un momento gratificante y divertido; sumerja bebe al poco a poco mojando primero sus piecitos, luego las piernas y, recuerde sujetarlo delicadamente.
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