Una de las decisiones difíciles al prepararse para la llegada de un bebé es elegir el nombre, y no es algo que se pueda tomar a la ligera, pues el nombre que le des a tu bebé será el primer identificador en su vida y una parte integral de su identidad.
Pero ¿Cómo decidir el nombre de alguien a quien todavía no conocemos? Muchos padres eligen nombres que van con las modas pasajeras o los nombres más populares del momento, pero comúnmente son estas decisiones las que hacen que se arrepientan en un futuro. Para tomar la mejor decisión, hay que tener en cuenta varios aspectos que nos servirán como guía a la hora de nombrar a nuestro bebé.
Lo clásico nunca pasa de moda.
Existen nombres que son clásicos, que han sido utilizados desde hace siglos por multitud de personas a lo largo de la historia. Nombres bíblicos caen en esta categoría, como Ana, Abigail, Eva, Mara, Miriam o Rebeca, y en el caso de los varones, Isaac, David, Elías, Abraham, Aarón, Lucas o Mateo, y cómo puedes ver, a pesar de ser clásicos, siguen siendo nombres hermosos para un bebé.
También nombres como César, Leonardo, Andrea, Elena o Elio caen en la categoría de clásicos, que nunca sentirán el paso de los años, a diferencia de modas pasajeras.
Significados profundos.
Si lo que quieres es un nombre que demuestre alguna cualidad o represente cierto carácter, puedes irte a nombres con un significado profundo. Nombres como Álvaro (protector), Nicolás (conquistador), Nadia (esperanza) o Regina (reina). Puedes representar lo que deseas para el carácter de tu bebé con su nombre y el significado que carga.
Las apariencias importan.
A la hora de elegir un nombre, muchas parejas optan por tomar un nombre clásico y deletrearlo de una forma distinta para destacar, como Lukas, Alicya o Karolina. Esto puede darle problemas al niño o niña en su futuro cuando tenga que dar explicaciones sobre su nombre, y finalmente es solo una moda, y es mucho más elegante apegarse a la forma original del nombre.
También deberías pensar en cómo suena el nombre junto con su apellido o apellidos, y asegurarte que suene armonioso y que no sea innecesariamente solemne o serio y que no choquen los distintos sonidos de su nombre.
Inspírate en la tradición.
Cada país y cada ciudad tiene tradiciones alrededor de cómo nombrar a los hijos, en muchas culturas se usa el nombre del padrino o madrina, de los padres o de los abuelos, a manera de crear un lazo más fuerte con estas personas allegadas. Algunos toman nombres del calendario de santos, donde cada santo tiene su nombre y se le asigna al bebé dependiendo el día que nazca.
También puedes tomar inspiración de nombres nativos a tu cultura, nombres que se hayan originado en tu ciudad o pueblo, que sean parte de alguna cultura indígena o que tengan un significado relacionado con tu cultura. De esta manera podrás darle sentido de pertenencia al nombre de tu bebé, y ligarlo a algo significativo.
Piensa en versatilidad.
Por último, deberías considerar darle dos nombres a tu bebé, si es lo que se acostumbra dónde vives, ya que así le das mucha más libertad a tu hijo o hija de utilizar el nombre que sienta más adecuado para su identidad. Además, deberías anticipar los sobrenombres o apodos que le podrían dar a tu bebé de acuerdo con su nombre más adelante en su vida, y tomar en cuenta estas formas alternativas de su nombre a la hora de tomar tu decisión.
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