Los elogios en los niños utilizados de forma correcta producen efectos sorprendentes en su autoestima, las palabras adecuadas hacen que los niños se sientan valorados promoviendo una buena actitud ante la vida y ante las cosas que quieren lograr.
Para lograr una buena autoestima es necesario reconocer primero dos tipos de mentalidad del ser humano, estas son la mentalidad fija y la mentalidad en crecimiento, la mentalidad fija es pensar que las habilidades que se tienen son innatas y no se pueden cambiar, si no se es bueno en algo nada se puede hacer al respecto.
La mentalidad en crecimiento piensa que las habilidades son adquiridas pero desarrolladas a través de la experiencia, creyendo que, si no se es bueno en algo, se puede mejorar con práctica y dedicación con la seguridad, que de los errores siempre se aprende.
En los pequeños se puede desarrollar una mentalidad fija o de crecimiento, según los estímulos que reciban a diario.
Según investigaciones cuando los padres tienen preocupación por algún error cometido por sus hijos y le hacen ver esos errores de forma negativa, estimulan a que tengan una mentalidad fija, a comparación de los padres que enseñan a que aprendan de los errores motivándolos a continuar, promoviendo una mentalidad en crecimiento, fortaleciendo su inteligencia, su autoestima a través del aprendizaje del esfuerzo y la constancia.
Por esta razón se debe evitar elogiarlos en momentos en los que no han hecho ningún esfuerzo por algo, si se elogian solo se logrará que se conformen con hacer lo básico, quede bien o mal porque saben que siempre recibirán alabanzas, esto solo construye una mente fija que no los dejará a avanzar ni visionar sobre ellos mismos.
La recompensa y una felicitación hay que darla ante logros obtenidos basada en la dedicación, constancia y disciplina, no centrándose solo en el resultado que pudieron obtener, sino en el proceso que realizaron para obtener ese resultado.
Estos elogios deben ser claros y bien expresados, un “Bien hecho” no es adecuado, no se está haciendo énfasis en lo preciso que hicieron bien, se asume que todo está bien y no ayudará a que mejoren.
Tampoco se debe elogiar de forma excesiva para que no se sientan perfectos o que crean que tienen que serlo en todo momento, cuando se acostumbran a ser elogiados cada vez que hacen algo, será en busca de reconocimiento y cuando este no se reciba su autoestima y seguridad se verá afectada.
Es necesario motivar a los pequeños a ser independientes y que asuman riesgos, que hagan las cosas por sí mismos, dejarlos tomar decisiones ante ciertas situaciones para que aprendan que estas tienen consecuencias buenas o malas, felicitándolos por los logros obtenidos siendo concisos en sus fortalezas y muy prudentes al dar a conocer sus debilidades, con palabras adecuadas que construyan mayor seguridad a pesar de las equivocaciones que puedan tener, llevándolos a comprender que siempre habrá que mejorar pero que son seres valiosos con muchas fortalezas y capacidades suficientes para lograr todo lo que se propongan.