Leer es un gran estímulo para los niños, por medio de ella crece la imaginación, la inteligencia y ayuda a acrecentar la capacidad verbal.
Esta buena costumbre debe inculcarse desde la cuna, y en lo posible se debe ser persistente para poder desarrollar el hábito en los pequeños, dándoles la posibilidad de adquirir cada día nuevos conocimientos.
La lectura es un medio que posibilita tener una mejor expresión verbal y mayor concentración, cada historieta nueva que aprendan y escuchen, ayudará a la retención de información aumentando su atención.
La lectura se debe trabajar en casa según la edad, primero siendo escuchada con cuentos desde el embarazo, luego cuando nacen, seguir con la misma rutina tratando de que estas lecturas sean realizadas siempre a la misma hora.
Cuando ya logren sentarse, se les puede mostrar los cuentos con imágenes grandes que tengan el texto en la parte de abajo, para que cada vez que se les vaya contando la historia se les pueda ir mostrando la imagen y vayan relacionando lo que ven con lo que escuchan y a su vez visualicen las letras con los textos escritos en el cuento. A medida que los bebés empiezan hablar más fluido podrán contar y narrar las historias que tanto han escuchado de la forma como lo han entendido
Cuando aprendan a leer, se debe seguir con la misma rutina con cuentos e historias que vayan acompañadas de imágenes, pero con un poco más de texto.
La lectura debe ser implementada como un tiempo de diversión, no esperando a que entren a la escuela, sino que esta interacción con los libros se realice mucho antes para que no se convierta en una obligación y así en el momento que inicien sus estudios sea más fácil habituarse a los procesos escolares.
El dejar un libro al alcance de los niños ayudará a que tengan mayor interés en leer y en saber cuál es su contenido, el momento donde analicen y vean el libro sin ningún tipo de ayuda, fortalecerá aún más su aprendizaje y el hábito de la lectura.
El ejemplo es parte fundamental en el aprendizaje de los pequeños, lo que ellos ven quieren imitarlo siempre, si sus padres o cuidadores tienen un buen hábito de lectura seguramente ellos querrán hacer lo mismo.
La lectura será una gran oportunidad de compartir en familia, de fortalecer un vínculo emocional e incrementar las habilidades de los niños.