La conjuntivitis en bebés, es una de las enfermedades más comunes y aunque cause alarma es muy fácil tratarla, siempre y cuando se sea precavido y se lleve los cuidados pertinentes para que desaparezca, aunque es mejor tener un seguimiento pediátrico para una revisión exacta y determinar el tipo de infección que se esté presentando.
La conjuntivitis es considerada como la “inflamación de la membrana que protege la parte blanca del ojo”, a causa de alguna infección que se desarrolló por medio viral, por bacterias, o por alergias causadas por el ambiente.
Los niños y más los bebés pueden ser vulnerables a este tipo de infecciones, lo que hace necesario un cuidado especial evitando que estén en lugares donde se haya presentado casos de infección o contagio.
Una de las características para reconocer que los bebés tienen conjuntivitis, es por el enrojecimiento ocular, secreción y lagrimeo constante.
Existen diferentes clases de conjuntivitis y cada una de ellas tiene características que las diferencian:
La conjuntivitis viral, se manifiesta por una alta sensibilidad a la luz y aparente resfriado, puede durar de 8 a 10 días si se maneja con cuidado, suele ser muy contagiosa, su medio de contagio es al toser y estornudar.
La conjuntivitis bacteriana, se produce como su nombre lo indica, por medio de una bacteria que debe tratarse de manera urgente y por un pediatra, de lo contrario puede afectar la visión de los niños, por lo general es tratada con medicamentos aplicados directamente en los ojos, como los son gotas o pomadas especiales. Sus características son secreción amarilla en los ojos, irritabilidad constante, se contagia al tener contacto con cosas que han sido manipuladas como almohadas, sabanas, toallas.
La conjuntivitis alérgica, es causada por el polvo, el aire contaminado y sus síntomas son ojos llorosos, mucha picazón e irritación, igual que la conjuntivitis viral, presentará síntomas de resfriado, con la diferencia que ésta, no es contagiosa.
Se debe estar atento que los pequeños no estén cerca de algún niño infectado y mucho menos los cuidadores, en caso de que algún familiar o persona cercana presente la infección y haya tenido contacto con ella, se debe lavar todo lo que pudo tener contacto, ropa, almohadas, tollas, todo lo que pudo usar el niño, lavándolo con agua caliente sin mezclar con la ropa de los demás miembros de la familia, ya que puede contaminarse.
Se debe limpiar todo lo que pudo ser manipulado como muebles, mesas, sillas, camas, y objetos de casa, baños, con desinfectantes y limpiadores antisépticos. Limpiar el aire con ambientadores antibacteriales. Usar jabón antibacterial y lavar las manos constantemente tanto del pequeño como las de los cuidadores.
Algunos bebés suelen adquirir con más frecuencia la conjuntivitis alérgica, así que se debe tener cuidados en casa como, evitar realizar actividades cerca de ellos que levanten polvo, si hay temporada de mucho polen, el resguardar a los niños en casa es mejor, manteniendo ventanas y puertas cerradas para evitar que sus ojos se afecten.
En caso de ser contagiada, es mejor visitar el pediatra para determinar qué tipo de conjuntivitis pudieron adquirir, siguiendo las instrucciones médicas, de igual manera se recomienda estar limpiando los ojos de los bebés con agua preferiblemente tibia, para quitar las secreciones con un pañuelo diferente para cada ojo, evitar llevarlos a la guardería mientras presenten la sintomatología, lavarles las manos y cara constantemente, preferiblemente evitar darles besos o abrazos para evitar contagio, lavar la ropa de cama y tollas diariamente pero por separado.