Como adultos no solemos ligar la depresión con la niñez, que podría llevar a un niño a sentirse deprimido, nos podemos preguntar, ¿si todo lo que hacen es divertirse y aprender cosas nuevas, cierto? No hay responsabilidades grandes, problemas financieros o de pareja con los cuales lidiar. Sin embargo, la depresión infantil existe, y es un tema del cual debemos hablar para conocerlo y resolverlo a tiempo.
Para poner la depresión infantil en contexto, uno de cada veinte niños sufrirá por lo menos un episodio de depresión antes de los 19 años, y de ellos, menos de la mitad recibirá un correcto tratamiento, ya que para los padres la depresión infantil es más un invento que una realidad. Pero existe un gran peligro en subestimar los sentimientos de nuestros peques.
Dentro de las primeras tres causas de muerte entre los 10 a 24 años se encuentra el suicidio, las cifras resultan alarmantes en los últimos años, y la tendencia va en aumento. Por esta razón es de vital importancia prestar atención a la salud mental de los niños y no subestimar sus emociones pensando que son solo niños. Las enfermedades mentales pueden ser efectivamente tratadas si conocemos las señales de alarma.
Síntomas
Un niño con depresión se siente triste o irritable la mayor parte del día. Se rehúsa a llevar a cabo actividades divertidas o al hacerlas no las disfruta, sus hábitos alimenticios se ven afectados comiendo en exceso o perdiendo el apetito. Duerme durante muchas horas o por el contrario presenta insomnio. Su energía se siente disminuida o presenta un exceso de ella y se vuelve inquieto, puede presentar dificultad para concentrarse. Expresa, sentimientos de culpa, se siente inútil, cree que es despreciable. En algunos casos se hace daño mediante autolesiones.
Si todo lo anterior no es habitual, pero tu peque parece tener problemas constantes en la escuela, han cambiado repentinamente sus notas, sus amistades, parece que ha perdido el interés por lo que antes le emocionaba y se aleja poco a poco, esto puede sugerir depresión. La depresión se manifiesta de formas diferentes, y la idea que tenemos de una persona triste en la oscuridad no siempre aplica.
Como tratar la depresión infantil
Al igual que con los adultos, el primer paso es acercarse a un especialista, que en primera instancia evaluara al pequeño para obtener un diagnóstico. Las evaluaciones en pequeños requieren de un equipo multidisciplinario pues algunos síntomas de depresión pueden confundirse con otros trastornos como el trauma, el déficit de atención e hiperactividad, entre otros.
Una vez que el diagnóstico se ha dado, el siguiente paso será la terapia, dependiendo de la situación y la edad del pequeño se determinará el enfoque. En muchas ocasiones la familia entera acudirá a las sesiones de terapia pues los padres son elementos claves en el éxito del tratamiento. La depresión es un padecimiento que se puede tratar y hacerlo en el momento adecuado ayudara a tu peque a entrar a la adultez con herramientas para gestionar sus emociones e identificar los problemas de salud mental.
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