Para que los pequeños aprendan a canalizar sus emociones, deben aprender a asumir e identificar sus sentimientos de forma clara, desarrollando habilidades psicológicas enfocadas en la autoconciencia, autocontrol, automotivación, habilidades sociales y empatía, tal y como la enfocó el psicólogo californiano Daniel Goleman en “Inteligencia emocional” (1995). Es vital desarrollar la inteligencia emocional desde que son muy pequeños, como principio fundamental para su futuro y su aprendizaje.
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en los niños?
-El éxito académico y la toma de decisiones acertadas se pueden formar por medio de un entrenamiento diario realizado con estímulos que promuevan el bienestar del niño, fijando así las emociones como parte de su personalidad.
-El reconocimiento de las emociones inicia a partir de los dos años, por eso es importante apoyar al niño en el momento que este triste o alegre, para que aprenda a identificar su estado de ánimo y se le haga notar que sentimiento está presentando. Así podremos ofrecerle pautas de control ante cualquier situación y reacción de emoción.
-La expresión asertiva de las emociones se puede ir comprendiendo a medida que se le enseñe al niño a controlar la reacción y a canalizar las emociones que experimenta. Ensenarle a expresarse verbalmente, con pausas y tiempos, para que logre tranquilizarse en momentos de euforia, será un mecanismo que repetitivamente irá aprendiendo, controlando de forma inteligente aquellas cosas que le pueden causar molestia.
-Saber escuchar lo que dicen otras personas debe ser un estímulo constante en casa. Esta será la base de todo, enfocará su atención y aumentará su concentración, fortaleciendo el dialogo entre niños de su misma edad, entendiendo que su opinión es importante dentro de la conversación.
-Para evitar la introversión, es necesario preguntarles sobre lo que se está compartiendo en ese momento. Le quitará las restricciones que lo limitan, acrecentado su criterio propio y desarrollando la facilidad de expresarse con libertad.
-En momento de estrés, un paseo o alguna actividad física será una manera efectiva de liberar emociones reprimidas y descargar la tensión.
Beneficios de la inteligencia emocional
-Promoverá una buena autoestima y fortaleza interior para afrontar los conflictos o problemas externos que se presentan en la vida por medio del autocontrol y el manejo de emociones.
-Incrementa el autoconocimiento: El niño aprende a conocer sus puntos fuertes aceptando sus limitaciones, lo que les permite crear una buena imagen de sí mismos fortaleciendo su autoestima.
-Gestionar las emociones: Logra identificar, distinguir y gestionar sus emociones.
-Aprender a tomar decisiones responsables: A medida que van creciendo y ganando autonomía, aprenderán a tomar decisiones responsables y éticas.
-Lograr buenos vínculos sociales: Interactúan adecuadamente con otros niños y adultos, aprendiendo a defender su punto de vista sin lastimar o sin ofender a nadie, logrando una comunicación asertiva para establecer buenas relaciones.
-Trabajo en equipo: Logran la interacción adecuada del trabajo en equipo con el objetivo de que todos los niños ganen.
-Desarrollo de la empatía: Aprender a ponerse en el lugar del otro.
-Resolución de conflictos: Habilidad para resolver conflictos de manera eficiente asertiva
En conclusión, la inteligencia emocional, tal y como apunta Howard Gardner en su libro “Inteligencias múltiples: la teoría en la práctica” (1993), no deja de ser una de las múltiples y variadas inteligencias que el bebé posee potencialmente y que acabará desarrollando a lo largo de su evolución como persona. A saber, las inteligencias, según el psicólogo americano, son: la emocional (intrapersonal), la musical, la visual-espacial, la corporal-cinestésica, la interpersonal, la naturalista, la lógico-matemática y la lingüístico-verbal.
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