Al nacer el bebé, es lógico que se asuste o presente sobresaltos, cuando el bebé abandona el cuerpo de la madre, no percibe aún el espacio en el que se encuentra generando una sensación de inseguridad, de caer, de molestia y de incomodidad.
Es normal que le moleste la luz y los sonidos que percibe, su piel expuesta a nuevas texturas, sensación de hambre y desprotección, hace que el niño se sobre salte inmediatamente.
Este tipo de sobre saltos y sensaciones nuevas permanecen en ellos hasta los 3 meses de edad, que es lo que tardan en adaptarse a su nuevo hábitat, por eso la importancia de cuidarlos con delicadeza y de resguardar su entorno, tratando que sea el más tranquilo para ellos.
Se debe tener en cuenta algunos factores como ayuda para estos casos:
Al cogerlo y dejarlo en su cochecito o silla de coche, hacerlo con movimientos suaves, ya que si se hace de manera rápida pueden ser causales de sensaciones de vació, generándoles miedo. Se recomienda el uso de un reductor antialérgico Universal, para que la cabeza y el cuerpo del bebé este bien sujeto ante cualquier movimiento, protegiéndolos de cualquier lesión.
En los 3 primeros meses las tomas de leche deben darse apenas las que pidan, para evitar la ansiedad, a medida que va creciendo poco a poco se irá acostumbrando a horarios específicos y que sean menos agobiantes para la madre.
Los cambios de luz fuertes se deben evitar, el cambiarlo de una habitación oscura a uno que tenga mucha luz, lo asustará, es mejor graduar los niveles de luz para que las vaya asimilando, teniendo en cuenta que la visión de los pequeños aún no está bien desarrollada, serán destellos incomodos que no asimilarán.
Se debe tener cuidado con los cambios de temperatura bruscos, ya que estos pueden afectar la salud del bebé, también los sonidos fuertes, como la televisión o música a muy alto volumen.
Se debe tener en cuenta que mientras los bebés entran en su etapa de adaptación debe refugiarse en los brazos de mamá, ellos generan un efecto alentador y de tranquilidad, contrarrestando los efectos de gravedad a los que son más sensibles.
Esto no significa que se debe cargar todo el tiempo y a toda hora, pero si es una etapa en la que necesitan mucho de mamá y de sentirse protegidos. Todo el afecto que se les pueda dar será de gran beneficio para su desarrollo emocional y físico. Será normal que al querer dejarlo en la cuna o en la cama, abra sus brazos y piernas para no dejarse caer, a esto se le llama Reflejo de Moro.