La fiebre en bebés, no se debe determinar como una enfermedad, al contrario, es la causa de la defensa del organismo ante una infección presentada en el cuerpo para contra atacar a un virus.
La fiebre es una manifestación muy normal y más frecuente en los primeros años de vida, cuando la fiebre no supera los 38ºC, está activando a el sistema inmune para que pueda fabricar glóbulos blancos además de anticuerpos para poder contra atacar cualquier infección que exista en el organismo.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), “la fiebre defiende el organismo ante el ataque de los gérmenes, donde actúa directamente el hipotálamo, que es el que se encarga de regular la temperatura del cuerpo y de aumentar el calor en función del individuo”.
Es necesario que los padres cuenten con implementos en casa de ayuda para la toma de la temperatura, como un termómetro apto para el uso de los niños.
La fiebre suele darse más por infecciones virales y respiratorias, presentando síntomas que la acompañan, como congestión y tos, de igual manera, también puede manifestarse por causa de las vacunas.
En estos casos no se debe tener ninguna preocupación en bajar la fiebre, ni tratar de estabilizar el calor corporal, se debe concentrar más en el malestar que produce, como la debilidad, deshidratación. De igual manera estar en vigilancia para que no suba más la temperatura.
Para ayudarlos, es importante que estén muy bien hidratados, dejarlos en ropa ligera y mantenerlos en ambiente de 22 ºC a 24 ºC, para que se sientan frescos. Un buen baño durante 15 minutos con agua tibia les ayudará, pero por nada del mundo se pueden bañar con agua fría, esto solo aumentará los síntomas y la fiebre.
En el caso de los menores de 2 años o bebés de 0 a 6 meses, si la fiebre permanece de 24 horas en adelante, se debe consultar al pediatra.
Lo que se debe comprender es que la fiebre no se debe tratar como una enfermedad, y no siempre debe ser medicada, así que no se recomienda la auto medicación de ninguna manera, siempre se debe estar bajo parámetros médicos.
En caso de que aumente la fiebre a 39 ºC o más y presentan dolor, vómitos o diarrea, se deben llevar por urgencias. También si presentan irritabilidad constante, somnolencia y dolores generales, se debe recurrir de inmediato a su pediatra de cabecera.
Los pediatras siempre recomiendan mantener la calma, los padres deben entender que, en todos los casos, no se debe llevar a urgencias a los niños, ya que puede estar presentando una sintomatología normal, si la fiebre se mantiene en los 38 ºC, no hay necesidad de recurrir a urgencias y no siempre tiene que ser tratada con medicamentos.
Los padres pueden determinar la gravedad de los síntomas conforme al comportamiento de los niños en general, si comen bien y se comportan normal, no es nada de gravedad, son síntomas que se pueden tratar en casa. Aunque no está demás realizar un chequeo médico para determinar que todo esté andando bien.