Por lo general cuando se escucha la palabra relajación se suele pensar más en los adultos, porque se asume que los bebés viven relajados todo el tiempo y no necesitan de técnicas de relajación.
Pero ser bebé es una tarea bastante ardua, todo el tiempo están aprendiendo de su entorno, de su ambiente y están expuestos a ruidos a envío de información constante, procesos que necesitan ser alternos con periodos de descanso, de lo contrario, tendrán dificultades para descansar, retrasando su sueño y mostrando irritabilidad durante el día o la noche. Se recomienda que, dentro de las rutinas diarias, se tengan tiempos exclusivos para relajarlos.
El masaje siempre será uno de los mejores métodos de relajación y más por los múltiples beneficios que tiene al contacto piel con piel, promoviendo tranquilidad y mayor seguridad con sus padres.
No se necesita tener mayor conocimiento del tema para realizarlos, solo untando las manos de aceite, mantener la habitación con un clima adecuado, será suficiente para iniciar el procedimiento.
Se puede iniciar pasando las manos por los brazos suavemente, las piernas, el pecho, la espalda, en círculos ejerciendo leve presión. Si el bebé ha manifestado problemas de gases, se puede insistir más en la barriga con círculos al sentido de las agujas del reloj. Los momentos ideales para estos masajes, son después del baño o después de los cambios de pañal.
Los sonidos también son muy efectivos, según estudios, los sonidos que hacen algunos electrodomésticos les ayudan a relajarse porque los asocian con los sonidos que llegaban de forma amortiguada cuando estaban en el vientre de mamá, siendo estos, denominados como sonidos blancos.
Existen algunas aplicaciones que se pueden descargar por internet, donde se encontrarán algunos sonidos blancos que serán óptimos y relajantes para el bebé. Aunque la voz de mamá siempre será el mejor sonido que podrán escuchar, el susurrarle y cantarle al oído de forma tenue, lo relajará de forma inmediata.
El movimiento también es una técnica de relajación debido a que también es asociado cuando estaban en el vientre de la madre moviéndose en su líquido amniótico. Así que acunar, arrullar, moverlos en su cochecito, en la hamaca, los llevará a un estado de relajación que les permitirá estar mucho más tranquilos y felices.