Los gases en bebés son caracterizados como una acumulación de aire en el intestino del niño, que al no ser expulsados correctamente pueden ser causantes de dolor y malestar, haciéndolos más vulnerables en su digestión.
Desde que nacen los bebés siempre necesitarán ayuda de sus cuidadores para expulsar los gases, procedimiento que debe realizarse correctamente y con posiciones adecuadas para evitar la retención de aire en el estómago.
Para sacar los gases, los padres deben identificar los tiempos en los que deben ser expulsados, puesto que algunos bebés necesitan hacerlo en periodos de tiempo cortos, antes de cambiar de pecho o al terminar de comer. Los padres deben identificar según la reacción del bebé al comer, si se siente incómodos o presentan molestias durante su alimentación, esto determinará si se debe expulsar gases cada cinco minutos o al final de la toma de leche.
Esta expulsión de gases debe realizarse siempre en posturas adecuadas determinando cual es la que le puede favorecer más a los niños y la que dé más facilidad para la realización del procedimiento matutino
Una de las posiciones recomendadas es, colocarlos de forma recta, sobre el pecho a la altura del hombro del cuidador, mientras se dan suaves palmaditas en la espalda, manteniéndolos en esa posición por lo menos 20 minutos siempre luego de alimentarlo.
Otra manera es, mientras se cargan, colocarlos boca abajo con una mano en el estómago dándole golpecitos suaves en la espalda para la expulsión de aire y gases retenidos.
También se pueden sentar mientras se va sosteniendo la barbilla, dándoles golpecitos en la espalda, es importante que al ponerlos en esa posición se tenga mucho cuidado con la columna vertebral, pues al sentarlos, no se debe hacer de la misma forma que a un niño mucho más grande.
La forma de determinar si los bebés han expulsado los gases, es escuchar que realicen pequeños eructos, donde será muy normal que lo escupan por su boca pequeñas cantidades de leche, esto sucede a causa de la inmadurez de su sistema digestivo que no les permite aun retener el vómito.
Después de que terminen de comer, no se recomienda jugar con ellos, ni agitarlos, puesto que esto hará que los pequeños traguen aire y retengan gases, es mejor mantenerlos tranquilos, moverlos suavemente mientras se colocan en posición para la expulsión de los gases.
Tampoco es recomendable acostarlos después de haber comido, ya que esta posición no les ayudará a que los gases salgan, es mejor ponerlos verticalmente inmediatamente después de alimentarlos.
Si presentan malestar a causa de la acumulación de gases, se le debe ayudar por medio de ejercicios frecuentes con sus piernas en forma de bicicleta o con masajes que le permitan aliviar el dolor, facilitando la salida de aire.