Durante las fiestas decembrinas es común ver en los niños cambios emocionales y enojos más de lo habitual, esto a causa del estrés que genera la exigencia que se les da a los niños frente a cómo ser y no ser.
Ponte esta ropa, juega con tus primos, saluda a tus abuelos, siéntate bien, no corras en casa, colócate esta ropa que te ves mejor, no te quites el gorro de navidad, comparte tus juguetes, dormirás con tu primo etc. Exigencias constantes que llenan de presión a los niños llevándolos a un extremo de explosión emocional y cambios comportamentales.
Para evitar este cambio de emociones en los pequeños te daremos algunas sugerencias que te permitirán bajar el enojo en estas fechas decembrinas.
- Dentro de las tradiciones de la familia existen reuniones familiares que conllevan al estrés abrumando y sobre cargando a vuestros hijos con responsabilidades de cumplimiento de largas horas que llevan a una sobre expectativa de cómo deben comportarse, que tal si paráis un poco e intentáis hacer adaptaciones paulatinas que permitan ir de lo ya conocido a lo que está por conocer.
- El mantener las rutinas es muy importante, ten presente que los detonantes más significativos de los enojos, está en aquella tensión en los niños al producir hambre y sueño, si las actividades navideñas interfieren en esas rutinas, lo más posible es que tu hijo busque la forma de llamar tu atención de alguna manera, si lo que queréis hacer es que los niños estén más tranquilos en estas reuniones, trata de mantener las rutinas que manejas siempre y que coman dentro de las horas acostumbradas. Si tu hijo no quiere comer algo del plato de navidad, compréndelo, recuerda que esto no hace parte de lo que acostumbra habitualmente a comer.
- Trata de realizar actividades intermedias a las reuniones planificadas, que sean más de intimidad, solo vosotros y vuestros pequeños, actividades dentro de casa que estimulen la comunicación y el amor, tal vez en un sofá abrigaditos con una Manta Badger tamaño gigante de Jana bebé, mientras ven una película o leen un buen libro juntos, los espacios en casa con los padres son prioritario ante cualquier momento de estrés.
- Es importante respetar la territorialidad de vuestros hijos, se debe ser sutil a la hora de pedir al niño que salga de su zona de confort, ten en cuenta que los niños están más tranquilos con actividades que pueden predecir, cuando saben que harán durante el día, pueden generar una planificación mental de cómo lo harán, las cosas y situaciones imprevistas durante esas fechas generarán estrés, aquellas cosas incomodas que muchas veces se les pide como colocarse ropa o accesorios navideños que no son de su agrado, son experiencias que les costara asimilar e integrarlas dentro de su predictibilidad.