Comer con las manos puede ser la experiencia más maravillosa para vuestros bebés, además que es de gran utilidad para su aprendizaje.
Cuando llega el momento de coger un trozo de comida con su mano y llevarlo directamente a su boca, no solo se divertirá, sino que fomentará su seguridad, al sentir las diferentes texturas de los alimentos, vamos será una fiesta para él.
Es más común que los bebés entre 7 a 9 meses inicien comiendo sólidos como papillas o purés y permitir que exploren con sus manos, desarrollarán habilidades como lo son el reflejo del agarre y el manejo de pinza, además de lograr ser más independientes.
Cuando vuestro pequeño aprenda a comer bien los purés, puedes agregarle trozos de pollo, de verduras o patatas para que los coja con sus manos, siendo una muy buena manera de que consigáis que coma algún alimento que no le gusta. Su sentido de exploración hará que lo agarre y lo manipule y si es agradable a su tacto, mucho más fácil que asimile su sabor. Es importante que en medio de este magnífico aprendizaje, no agreguéis distractores que puedan estropear la concentración en su alimentación, evita tener televisor cerca o juguetes, y aunque es importante que la hora de la comida sea divertida, evitar agregar estos distractores y dejar que la diversión la cause él.
Recordar que los tiempos de alimentación se deben manejar en un horario exacto, la rutina permite que el bebé conozca su hora para comer, siéntalo en el mismo sitio y a la misma hora, fomentarás de forma más sencilla el hábito de la alimentación.
A partir de los 12 meses ya podréis integrarlo para que coma junto con la familia sentado en la trona y darle la misma comida que les dais a todos, esto lo motivará aún más a comer nuevos alimentos. La implementación de la comida debe ser gradual, primero alimentos sencillos de masticar y cuando le sea fácil agrega alimentos un poco más complejos. Todo esto según la recomendación de vuestro pediatra, recuerda que cada niño es diferente.
A esta edad el tiempo para comer es de aproximadamente 20 a 45 minutos, si vuestro pequeño hace muchas pausas y cumplido el tiempo no termina, retírale el plato y a la próxima vez no se lo llenes tanto, así si tiene hambre pues pedirá más; al retirar el plato esperar la hora de su siguiente comida, de esta manera tendrá hambre y comerá más rápido.
Es una alegría para nosotros como padres ver como los niños son felices y disfrutan su comida, pero lo sensacional es el múltiple aprendizaje que están adquiriendo como la coordinación de ojo y mano. Un ejercicio para ello es darles una cuchara liviana, aunque no sepa usarla, poco a poco a medida de su exploración irá comprendiendo su utilidad y el cómo manejarla.
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