No estamos exentas a equivocarnos cuando de moda se trata, pero podemos evitar algunos ‘crímenes’ que pueden ocasionarnos algún momento vergonzoso o ‘faux pas’ en esta materia.
Aquí una lista de los pecados más comunes:
- No usar ropa de nuestra talla
Nada más incómodo que estar usando ropa que no nos queda bien, que nos roza, aprieta o incomoda. Ruedos excesivamente largos, puños o mangas que no son proporcionadas, botones a punto de salir disparados, tejidos demasiado ceñidos que pueden causarnos algún mal funcionamiento en nuestro vestuario, son pecaditos asociados a elegir ropa que no está del todo hecha para nosotras. Consejo base: mídete la ropa, camina en el probador y ante la duda, mídete una talla más, es más fácil mandar a ajustar una pieza que te queda grande a una pequeña. Ten siempre una costurera o sastre a tu disposición que te chequee medidas y afines.
- Ropa interior que sobresalga debajo de la ropa o peor aún ¡que te marque la piel y te cause rollitos!
Esas excentricidades de mostrar la ropa íntima, déjasela a las celebridades, fashion bloggers, supermodelos… Mejor prevenir un tirante que sobresalga o una braga que se marque debajo de un pantalón claro.
- Medias de puntera con peep toes o sandalias
Si debes usar medias, elige aquellas que sean apropiadas para el tipo de calzado que utilizarás, aplica la misma norma para el liguero o costurilla de las medias, no deben sobresalir debajo de tu ropa, en falda o vestido, es poco estético y luce vulgar y poco elegante.
- El camel toe en los leggins
¡PECADO! Lo mismo cuando usas leggins muy finos, de tela de poca calidad o transparente, dejar al descubierto tu ropa interior o tu cuerpo casi al desnudo, no solo es incómodo, es un fashion crimen si se ve tu zona íntima.
- El uso excesivo del athleisure o ropa de deportes
Sí, los joggers, bikers y el popular chandal se mantienen en tendencia, sin embargo, hay que saber cuándo detenernos y en qué contexto utilizarlo. Que Kendall Jenner o Gigi Hadid los usen con botines, americanas, tacones y prendas brillantes para ir a cenar a un restaurante de lujo, no implica que a ti te vengan como anillo al dedo. Dejemos la ropa deportiva para el ejercicio o esos días donde quieres estar cómoda y lucir ‘arreglada’, los sets deportivos pueden ser un as bajo la manga sí y solo sí, sabemos utilizarlos, elegimos las telas adecuadas, la talla que mejor nos va y la silueta que se amolda a nosotras.
- Look monocromático sin criterio alguno
Sí, sabemos que el total look de un solo tono suele ser clásico, sobrio, estiloso, sin embargo, hay muchas reglas que seguir, desde saber combinar texturas y telas para que no se vea aburrido el outfit hasta elegir la paleta cálida o fría en la que nos moveremos. Que lila o el rosa palo sean los pantones del año no indica que a todas nos luzcan. Aquí es fundamental entender que tonos nos favorecen y en qué siluetas construir ese look 100% unicolor. De lo contrario vas a parecer pasada de moda.
- Mezclar demasiadas tendencias y estampados
En teoría puede sonar ‘fashion forward’ y moderno, pero en la práctica puedes ser un desastre directo a las listas de peor vestidas, que los neones, animal print y flores estén in, no te da licencia de incorporarlos todos en un solo look, mejor opta por elegir máximo un par de ellos en tu outfit, uno dominante y otro secundario o alguno de los dos que se vuelva el statement piece de tu look. Aquí lo mejor es acudir a Pinterest, o cuentas de #FashionInspo para entender cómo hacer esa mezcla, recuerda, de la moda lo que te acomoda.
- Chanclas o flip flops
Destina su uso a los espacios donde pertenecen: en el salón de belleza al hacerte la pedicura, en la alberca o la playa, en un día de spa. Hasta ahí. De resto existen sandalias veraniegas, cómodas, de materiales apropiados, basta de plástico barato. Y si hacen el característico sonido de ‘chaf chaf’ contra el suelo, ¡ni lo pienses! Déjalas donde están.
- Zapatos de moda que no son de buena calidad
Tus pies agradecerán que inviertas en productos de primera, acabados prolijos, suelas cómodas, materiales apropiados para esa finalidad: caminata, paseos, eventos nocturnos, jornadas laborales… No escatimes jamás en la compra de zapatos, estás invirtiendo a la larga en tu bienestar, pies, piernas, rodillas, cadera, columna y cervicales lo agradecerán, tú lucirás con más estilo y tu cuerpo no sufrirá de más.
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