Los cuentos son el mejor recurso para fomentar en los bebés aspectos fundamentales que le permitirán aplicarlos durante toda su vida.
Aunque los cuentos expresan una vida de fantasía y de felicidad por siempre, su contenido conlleva a reconocer valores importantes como el amor, el perdón, el respeto, amistad, amabilidad, fidelidad, compromiso, y muchos más, logrando una capacidad de elección dominante ante cual historia puede llegar a ser más funcional para sí mismo y con cual se identifican más.
Algo importante que también deja los cuentos como enseñanza, es la comprensión de que cada acto de nuestra vida tiene una consecuencia buena o mala y que ante eso se debe asumir con responsabilidad cada una de ellas.
Cuando el niño lee una historia, le permite ampliar la perspectiva de la vida, ante la cotidianidad, asimilando las conductas de cada personaje, para así mismo dar una conclusión mental, una moraleja o una reflexión ante lo aprendido en el cuento, estimulándolo cognitivamente para desarrollar su capacidad de análisis e imaginación.
Según estudios, los cuentos activan las áreas cerebrales que conllevan al desarrollo de los bebés en su lenguaje y la comprensión de lectura, cuando el niño escucha o lee un cuento, en su mente forma imágenes mentales, lo que le permite obtener un contexto más amplio de lo leído, aprendiendo y memorizando con más facilidad la información recibida, adquiriendo un pensamiento más claro y objetivo ante las diferentes situaciones que puedan presentarse, facilita la resolución de problemas, la superación de situaciones difíciles y toma de decisiones asertivas.
Dentro de estos aspectos, también involucra el hábito de la lectura y la comprensión de su metodología, que conlleva a relacionarlo con un principio, un desarrollo y un desenlace, lo que permite acostumbrar al cerebro a identificar diferentes aspectos textuales ante el desarrollo secuencial del cuento y su significado, incrementando la capacidad de expresión y comprensión lectora.
Los cuentos para bebés proporcionan cantidad de beneficios emocionales, adquieren seguridad, buena autoestima, se fortalecen los vínculos con los padres, además les brinda pautas de buena conducta, equilibrio emocional, y los hace mucho más felices.
Este procedimiento de lectura se puede realizar desde que están en la pancita, a partir de los 4 meses, que es cuando empiezan a escuchar los bebés. El oír a sus padres durante el embarazo, los ayudará a prepararse para su nuevo entorno, afianzará los lazos afectivos y hará que sea una etapa de mucha tranquilidad.
Esta buena costumbre debe continuar y en lo posible ser persistente para poder desarrollar el hábito en los pequeños, dándoles la posibilidad de adquirir cada día nuevos conocimientos.