Muchas veces asumimos que si cargamos a nuestros bebés en brazos por mucho tiempo los malacostumbramos. Quienes no han escuchado decir “mejor que no los cargues tanto por que se acostumbran”, “déjalos llorar para que no se apeguen tanto a ti” Y aunque estos mitos vienen de muchos años atrás, se ha comprobado con el tiempo que no tiene ninguna veracidad.
Los recién nacidos presentan una necesidad mayor de permanecer cargados en brazos ya que es el medio más seguro que tienen para irse adaptando a su entorno. Esta adaptación denominada como “proceso de exterogestación” se basa en la dependencia que tiene el bebé con su madre cuando nace y de la necesidad del contacto físico constante, siendo este parte fundamental del desarrollo de habilidades que le permiten fomentar su autonomía.
Según los expertos, dejar llorar a los bebés por largo tiempo puede traer afectaciones emocionales importantes. Como consecuencia, a corta edad pueden experimentar síntomas de ansiedad, inseguridad, desconfianza o baja autoestima.
Cuando se hace caso omiso a una necesidad expresada por el bebé, se le está enviando un mensaje de indiferencia, de no me importa lo que sientes ni cómo te sientes, él lo traduce y lo interioriza de esta manera. Repercutiendo en comportamientos aprendidos de buscar llamar la atención y de ser mucho más dependientes de sus padres.
¿Qué debo hacer cuando mi bebé llora?
1. Auxiliarlo: esta palabra es usada debido a que sí, para ellos es una solicitud de emergencia, de “ven ayúdame”, “te necesito”. Se debe llegar a él con amor y atender su necesidad.
2. Mantener la calma: Como padres no nos debemos desesperar, el llanto de un bebé puede ser bastante angustioso, pero recuerda que el percibe nuestras emociones y como nos sentimos. Si tenemos estrés y angustia, estos sentimientos serán trasmitidos al bebé siendo mucho más difícil calmarlo.
3. Háblale: Aunque son pequeños ellos entienden lo que les decimos, pronuncia palabras con acentuaciones cálidas acompañadas de gestos de amor, de alegría, este contacto le permitirá al bebé conocerte mucho más y se fortalecerá la comunicación entre los dos.
4. No dejar que llore mucho tiempo: Es importante la cercanía constante y más en los primeros meses, recuerda que debe ser fundamental el proceso de apego como medio seguro para ayudarlos a adaptarse y como muestra de que sus padres siempre estarán allí ante cualquier cosa que él requiera.
5. Identificar sus necesidades emocionales: Saber que pide de ti es fundamental para que la gestión en la atención del niño sea efectiva.