Durante el embarazo, la mayor expectativa de cada madre es poder sentir los movimientos del bebé mientras está en la pancita, siendo de gran emoción cuando da respuesta a diferentes estímulos enviados.
El embarazo es una etapa de conexión madre e hijo, por lo que hace muy importante que la madre evite agitarse o preocuparse, las muchas actividades hacen que no se pueda disfrutar de la mejor manera el embarazo.
Por lo general los bebés inician sus movimientos a partir de la semana 13, que es “donde su proceso embrionario termina y se da el inicio al periodo fetal”, en esta etapa es muy difícil percibir los movimientos en sí, si hay movimiento se suele percibir más como sensaciones inesperadas de hormigueo, o pesadez estomacal, hambre o gas intestinal, lo que hace un poco más complejo identificar o tener claridad si es el bebé, y más cuando se es madre primeriza. El bebé solo se logra percibir a partir de la semana 16 o 25, donde sus movimientos son más frecuentes, sintiéndolo con leves pataditas y movimientos repentinos.
Muchas madres suelen preocuparce por que no sienten al niño, pero tener una etapa o semana de referencia ante los movimientos, solo es una guía representativa, ya que algunas madres pueden sentirlo en diferentes momentos del embarazo.
Existen formas de percibir los movimientos y maneras de cómo hacer que el bebé se mueva, estimulando aquellos aspectos que fomentan una reacción del niño de bienestar y emoción al sentir el contacto de sus padres.
El bebé suele moverse cuando hay cambios en el área interna del cuerpo de la mamá, especialmente después de comer, ya que los niveles de azúcar en la sangre aumenta, haciéndolos más inquietos. Por esta razón si se quiere percibir al bebé, se puede tomar agua azucarada o alguna comida que contenga dulce para estimular sus movimientos.
También la madre, puede generar espacios de relajación, acostada boca arriba, respirar profundamente relajarse y concentrarse e imaginar donde está el bebé, este ejercicio ayuda a percibir los movimientos más leves.
Las luces de colores, sonidos, masajes, música, hablarles, cantarles, será una buena manera de estimular sus movimientos ya que generarán una motivación emocional y cognitiva que los conllevará a reaccionar y a expresarse por medio de sus movimientos.
Existen algunos causantes que hace que el bebé no se mueva mucho, como por ejemplo la reducción de espacio por la escasez de líquido amniótico que posee la madre en su útero y el cómo este ubicada la placenta, además influye mucho la estructura corporal de la madre.
Se debe tener en cuenta que en el vientre, él bebé también duerme, esto hace que los movimientos no sean tan continuos, es importante identificar sus horarios de descanso.
El estrés y la preocupación hacen que el bebé se esconda y sienta temor, por eso si hay preocupación por no sentirlo, lo único que provocará es que menos se mueva, es mejor manejar la calma y realizar los procedimientos mencionados anteriormente. De hecho, los bebés pueden llorar aún y estando dentro del útero. De igual manera si el bebé durante todo un día no realiza ningún movimiento, es mejor consultar con el médico de inmediato.