¿En algún momento has escuchado decir, tranquila, no pierdas la calma, debes tener más paciencia? Por su puesto que lo hemos escuchado, pero en algunos momentos esto puede llegar a hacer muy difícil y más si se tiene un temperamento más fuerte o impulsivo. La ansiedad de querer ver una respuesta inmediata a la orden que se ha dado, definitivamente hace que se pierde la calma.
¿Por qué no obedecen los niños a la primera?
Cabe mencionar que muchas cosas que hacen los niños no van al mismo ritmo de un adulto, ellos toman un poco más de tiempo para hacer las cosas, para responder, para ejecutar una acción después de ser escuchada. Muchas veces puede ser por manipulación, otras por llevar la contraria, porque están distraídos o porque se les está interrumpiendo algo que están haciendo en el momento. Es aquí donde es importante manejar la calma, la paciencia y la tolerancia, obviamente sin llegar a ser permisivos.
¿Cómo debo manejar la calma con los niños?
-El anticiparse a las situaciones: Si se sale a algún lugar en coche y los niños no se encuentran de buen humor, se debe buscar la manera de eliminar la tensión, el llevar un juego para entretenerles, ponerles su canción favorita puede disminuir el estrés y les ayudará a disfrutar su viaje.
-Centrarse en las cosas positivas y no en acciones negativas. Corrigiendo lo que hicieron mal, pero ante todo no dejando que esas situaciones afecten el día y la armonía familiar.
-Estar de acuerdo papá y mamá: El apoyo en la pareja es fundamental, el entender que no se está solo y que entre los dos pueden tomar las decisiones correctas para educar a los pequeños, facilitará la crianza.
-Cuando los niños no obedezcan, es bueno la intervención de la pareja, hablar entre los dos para hacer los correctivos e intervenir inmediatamente sin desautorizar la orden que se había dado previamente. Aquí los niños entenderán que los padres no son manipulables y que los dos ejercen un control sobre ellos.
-El tener espacios solos de descanso, será fundamental y reconfortante, eliminará el estrés para poder proseguir con las funciones de crianza, aquí interviene el apoyo de pareja de nuevo, puesto que se pueden turnar funciones para lograr tener tiempos de descanso individual que ayudarán a despejar la mente y a estar más en calma.
-Tener un ambiente familiar tranquilo: muchas veces la tensión en los niños es respuesta al ambiente y entorno en el que se desenvuelven. Si hay ruido, si se alza mucho la voz, si hay música en alto volumen, los niños no permanecerán en calma, buscarán llamar la atención, estarán más inquietos y más desobedientes. El tener un ambiente en calma, con música suave, donde se hable en voz baja, hará que ellos aprendan a permanecer en equilibrio, a entender que, si quieren algo, deben comunicarlo con un tono de voz adecuado y para que también entiendan que en su casa no se grita, porque es lo que se les ha enseñado.
Submit comment Cancel Reply