Es muy común para los bebés tener problemas a la hora de evacuar heces, y aunque normalmente se descarta como un simple estreñimiento intestinal y se utilizan remedios caseros para solucionar el problema, lo cierto es que hay otro motivo que puede estar detrás de las dificultades intestinales de tu pequeño, y este es la disquecia del lactante.
La disquecia del lactante es una alteración funcional de la coordinación intestinal, y con funcional, se refiere a que no es un problema en la anatomía o química del cuerpo, sino más bien un problema de coordinación de ciertas funciones que hacen posible la defecación.
Lo que sucede con la disquecia es que falla la coordinación entre la presión abdominal que se da al querer evacuar, y la relajación del suelo pélvico. En términos simples, el bebé puja, pero esta acción no va acompañada de la relajación en la pelvis que es requerida para evacuar con facilidad, lo cual resulta en un uso excesivo de fuerza para expulsar las heces, pero que falla en lograrlo.
¿Cómo identificar la disquecia del lactante?
En la mayoría de los casos de disquecia, lo que se observa es llanto, enrojecimiento y pujo por 10 a 20 minutos antes de defecar, y cuando por fin logra la evacuación, las heces son blandas o líquidas. Es importante notar que la disquecia no va acompañada de otros síntomas como fiebre o vómitos, y que en esos casos es necesario acudir al médico, pues puede tratarse de otra afección.
¿Por qué sucede la disquecia?
Esta falta de coordinación es simplemente un caso de inmadurez en una serie de reflejos, pues la acción de apretar y después relajar para defecar es un movimiento complejo, pero con el tiempo se adquiere el reflejo y mejorarán sus evacuaciones.
Tratamiento y recomendaciones
No existe un tratamiento médico para la disquecia, sin embargo, hay ejercicios que puedes realizar con tu bebé para auxiliarle en sus evacuaciones y otras recomendaciones sobre qué no hacer si tu bebé padece disquecia del lactante. En todo caso, es necesario acudir al pediatra para que se descarte cualquier otro problema que pueda estar ocasionando síntomas similares.
Comenzando por lo que definitivamente no tienes que hacer:
1.- Evitar todo tipo de laxantes, pues no solucionarán la disquecia. Esto también aplica a la leche de fórmula, pues muchas madres optan por cambiar a una fórmula con fibra o para estreñimiento cuando ven que su bebé tiene problemas para evacuar. Esto puede ocasionar deshidratación por diarrea.
2.- Utilizar instrumentos o manos en el recto como estimulación, ya que esto no va a contrarrestar los efectos de la disquecia. Puedes causar lesiones innecesarias o infecciones en el tracto digestivo.
Ahora, lo que sí puedes hacer para ayudar a tu bebé es efectuar masajes con tus dedos, índice y corazón en el estómago, realizando círculos en sentido de las manecillas del reloj y ejerciendo presión leve. Esto hará que mejore la circulación del intestino.
También puedes llevar las rodillas de tu bebé a su pecho, para facilitar la relajación del esfínter y ahorrarle un poco de dolor e incomodidad. Por último, la paciencia es clave, pues este dolor e incomodidad son solamente pasajeros y no indican nada grave.
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