Tener hijos en edad escolar a veces puede ser una batalla sin tregua, donde como padres, que a los hijos les vaya bien en el colegio puede volverse una tarea complicada, pues es un dilema constante entre la responsabilidad y disciplina que quieres inculcar en ellos, y su deseo por hacer lo que sea menos el trabajo de la escuela.
Es natural que a los hijos no les agrade la escuela, pues lo ven como una responsabilidad que los aleja de lo que les causa interés y diversión, como el juego, el descanso y otras actividades ajenas al cole. Pero entonces, ¿cómo se puede transformar a la escuela de esta amenaza, a la diversión, a una obligación necesaria?
La clave está en tomar los pasos y estrategias correctas, que cambien la idea de tu peque sobre la escuela. Más allá de los regaños y los castigos arbitrarios, incentivar a un niño para que le vaya bien en el cole es una tarea que implica entendimiento, comunicación y disciplina más bien por parte de los padres que de los pequeños. Por ello, aquí te contamos cómo incentivar a tus hijos en el colegio.
1. Comunícate con tu peque sobre qué está sucediendo en la escuela
En la mayoría de los casos, el bajo rendimiento escolar no es un problema directamente del niño, sino de su vida escolar, y puede ser a raíz de que no se sienta a gusto mientras está en la escuela. Es necesario que evalúes si tu hijo está teniendo problemas en la escuela más allá de los académicos, es decir, si está viviendo bullying, si tiene problemas con sus compañeros, con su profesor o si hay una situación externa que esté afectando su rendimiento académico.
La comunicación con tu hijo acerca de la escuela debe ser constante, para mantenerte al tanto de cómo se siente y qué está pasando, y no solamente preguntarle sobre el colegio cuando está teniendo problemas.
2. Establecer reglas, recompensas y castigos
En la vida adulta, todos enfrentamos reglas, recompensas y castigos por nuestro comportamiento, y es de esta manera en que reconocemos las conductas apropiadas y las no apropiadas, replicando así lo que se nos premia y motivándonos a comportarnos mejor. Esto es igual para los más pequeños.
Lo ideal es establecer condiciones como “cuando termines tu tarea, puedes jugar” o “si sacas buenas notas, podrás tener…”, de esta manera, premiarás lo que quieres que tu pequeño haga y será mucho más probable que continúe este comportamiento adecuado. Lo mismo aplica cuando su desempeño no es el adecuado (siempre y cuando no sea por un motivo ajeno a su esfuerzo), por lo que deberás retirar recompensas o castigar y restringir ciertas cosas o actividades que disfruta. Esto también ayudará a sentar metas que tu hijo podrá aspirar a conseguir.
3. Crea horarios y espacios definidos para la tarea
Los niños funcionan mejor bajo rutinas que son predecibles, por lo que se volverá más fácil completar sus tareas si cuentan con un horario constante y un espacio definido. De esta manera, podrás mantener a lo largo del tiempo un rendimiento constante que tu hijo podrá predecir, y también podrá tener tiempo libre y de diversión predeterminados.
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