Aunque no hay una edad exacta, es necesario detallar algunos aspectos básicos para cuidar la higiene bucal de vuestros pequeños.
La higiene bucal de los bebés debe iniciar desde el primer mes de vida, es muy sencillo, con una gasita envuelta en vuestro dedo, humedecida con agua limpia se debe pasar suavemente por las encías. Iniciar desde esta edad le permite a los niños adquirir hábitos de limpieza bucal para que, cuando se llegue la etapa del cepillado, no presenten incomodidad (al contrario lo disfruten).
En el momento que empiecen a brotar los primeros dientes, podéis hacer la limpieza con un cepillo suave, cepillando de abajo hacia afuera de manera pausada para no lastimarlos y garantizar que los dientes queden limpios.
Lo importante es no estresar al bebé ni forzarlo para que no sea algo negativo o molesto para él. Es mejor mantener la calma siempre, teniéndo mucha paciencia. Intenta que este momento sea divertido; podéis hablarle con diferentes tonalidades de voz o por medio de juegos para que lo aprenda como algo agradable y divertido.
¿Qué edades son las adecuadas para usar pasta dental?
La Asociación Española de Pediatría recomienda el uso de pasta dental infantil por lo menos hasta los 6 años de edad. Se ha pensado por mucho tiempo que la pasta dental puede ser perjudicial para los niños por el contenido de flúor, por lo que se aconseja solo hacer uso de ella a partir de los dos años, siguiendo las recomendaciones que daremos a continuación.
- Niños de 2 Años: La pasta de dientes debe tener una concentración de flúor de 1000 ppm, se debe aplicar muy poco, casi nada.
- 3 años hasta 6 años: La pasta de dientes debe tener una concentración de flúor de 1000 ppm a 1450 ppm. Al aplicarla al cepillo, la cantidad debe ser solamente del tamaño de un grano de guisante.
- Niños mayores de 6 años: Debe tener una concentración de flúor de 1450 ppm y al ponerla en el cepillo debe ser aproximadamente menos que una alubia.
Lo más difícil para ellos es escupir, siendo común que en el proceso traguen pasta dental produciendo molestias estomacales. Por esta razón, es recomendable seguir las instrucciones antes mencionadas. Además, el flúor en cantidades mayores podría afectar los dientes definitivos, haciendo que salgan con manchas, produciendo anomalías en la cavidad oral.