¿Por qué los niños pierden el apetito al crecer?

¿Por qué los niños pierden el apetito al crecer?

El apetito en los niños puede llegar a disminuir en la edad escolar, comiendo solo en pequeñas cantidades y con poca regularidad. Esto suele suceder a la edad de 2 a 3 años, la causa, es porque a esta edad su crecimiento es más lento, haciendo que sus necesidades alimenticias sean menores.

 

Los cambios que presentan suelen ser muy notorios, ya que empiezan a reconocer su gusto por algunos alimentos variando sus preferencias, pueden cambiar a medida que prueban nuevos sabores, dejando de comer alimentos que comían con regularidad, por otros que tal vez no les apetecía antes, convirtiéndolos en sus platos favoritos.

 

Es muy común que los niños en algunos momentos rechacen la comida, y que se nieguen a comerla con palabras como “no quiero”, “no me gusta” o haciendo berrinches, por eso, lo mejor es no forzarlos a comer algo que no quieren, ya que esto solo producirá que el niño no quiera volver a comer estos alimentos.

 

Se debe tener mucha paciencia para lograr que adquieran hábitos saludables y se respeten los tiempos de comida en casa, por eso deben implementar estrategias para que el tiempo de alimentación sea agradable y ameno.

 

¿Qué debo hacer?

 

-Tener horarios exactos para sentarlos a comer como también para terminar, siempre con normas de comportamiento, esta disciplina permitirá que el niño se adapte poco apoco a los horarios alimenticios.

 

-Se debe entender cómo padres, que el apetito que presentan los niños es el adecuado para satisfacer sus necesidades corporales, entendiendo también, que no siempre lo que alimenta más es una mayor porción, es por esto que se les debe servir en cantidades precisas según el apetito. Una opción es servir poco para darles la posibilidad de que pidan más si así lo quieren y así no estar forzándolos a comer más de lo que requieren.

 

Recomendaciones:

 

-Como los gustos son variables, se debe respetar en su etapa inicial aquellas cosas que no les gusta comer, por lo pronto, no es necesario darles de comer de todo como un adulto, ya que su sistema digestivo se está adaptando a los diferentes componentes alimenticios.

 

-Se debe aprovechar la autonomía que han venido adquiriendo para dejarlos comer solos, estimulará sus sentidos e incrementará el reconocimiento de nuevas texturas relacionándolas con sus colores y con los sabores, una grandiosa experiencia que los estimulará y motivará cada vez más a comer lo que se les sirve.

 

-Las reglas deben ser claras siempre, deben estar en un solo lugar mientras comen, se debe evitar el hecho que estén corriendo por la casa, los tiempos de comida son en la mesa junto con su familia.

 

-Aunque el menú se puede ir adaptando según los gustos que van adquiriendo, no se debe cambiar de ninguna manera ante el rechazo del niño la comida servida, sino quiere recibir la comida, se le retira el plato de forma tranquila, sin castigarlo, solamente dejándolo sin ningún alimento hasta la siguiente comida, así se sentará con más ánimo y con ganas de comer, comprendiendo la importancia de comer lo que le sirven a las horas precisas.

 

-El permitir que expresen que algo no les gusta, hace parte de la formación de su personalidad, los padres no deben perder la calma, sino con palabras suaves se les debe explicar que es importante alimentarse.

 

-Ser considerados, hablarles de forma tranquila pero con firmeza, será la mejor manera de ir logrando hábitos en los pequeños, con resultados óptimos basados en el respeto, en el valorar un poco más lo que tienen y lo que hace papá y mamá por ellos.

 

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